Necesitamos asignarle un elevado valor al recto control de nuestros pensamientos porque eso prepara la mente y el alma para trabajar armoniosamente para el Maestro. Es necesario para nuestra paz y felicidad en esta vida que nuestros pensamientos estén centrados en Cristo. Como piensa el hombre, así es. Nuestro avance en la pureza moral depende de lo correcto que sea nuestro pensar y actuar […].
Los malos pensamientos destruyen el alma. El poder convertidor de Dios cambia el corazón refinando y purificando los pensamientos. A menos que se haga un esfuerzo decidido para mantener los pensamientos centrados en Cristo, la gracia no puede manifestarse en la vida. La mente debe entrar en la lucha espiritual. Cada pensamiento tiene que ser puesto en cautiverio a la obediencia de Cristo […]. Necesitamos un constante sentido del poder ennoblecedor de los pensamientos puros y de la influencia deletérea de los pensamientos malos. Pongamos nuestros pensamientos en cosas santas. Sean puros y santos, porque la única seguridad para cada alma es el recto pensar.
Debemos usar todo medio que Dios ha puesto a nuestro alcance para el gobierno y el cultivo de nuestros pensamientos. Hemos de poner nuestras mentes en armonía con su mente. Su verdad nos santificará cuerpo, alma y espíritu y podremos levantarnos sobre la tentación.—En Lugares Celestiales, 166 (1904).
LA ALIMENTACIÓN ES UN FACTOR IMPORTANTE
No se puede repetir con demasiada frecuencia que todo lo que entra en el estómago afecta no solo al cuerpo, sino finalmente también a la mente. El alimento pesado y estimulante afiebra a la sangre, altera el sistema nervioso y frecuentemente embota la percepción moral, de modo que la razón y la conciencia son dominadas por los impulsos sensuales. Es difícil, y además casi imposible, que tenga paciencia y dominio propio el que es intemperante en la alimentación.—Conducción del Niño, 434 (1890).
LA CARNE DESCONTROLA Y FORTALECE LAS BAJAS PASIONES
No debe ponerse carne delante de nuestros hijos. Su influencia tiende a descontrolar y fortalecer las pasiones inferiores, y tiende a amortiguar las facultades morales. Los cereales y las frutas, preparados sin grasa y en forma tan natural como sea posible, deben ser el alimento destinado a todos aquellos que aseveran estar preparándose para ser trasladados al cielo. Cuanto menos excitante sea nuestra alimentación, tanto más fácil será dominar las pasiones. La complacencia del gusto no debe ser consultada sin tener en cuenta la salud física, intelectual o moral.—Joyas de los Testimonios 2:259 (1869).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #1 Capítulo 25: “ EL AMOR Y SEXUALIDAD EN LA EXPERIENCIA HUMANA ” Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara