«Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad». Josué 6: 20, NVI.
A veces tengo ganas de comer algo rico y no sé qué… ¿Te ha pasado? Cuando me pasa, empiezo a abrir y cerrar cajones, a ordenar la alacena y a revisar el refrigerador. Uno de esos días, buscando, encontré un paquete de harina para arepas que alguien me había regalado, pero no estaba segura de cómo prepararlas.
¿Qué haces cuando no sabes qué hacer? ¡Sí, esa es una muy buena idea! Busqué las instrucciones y conseguí todos los ingredientes para prepararlas. Realicé todo exactamente como indicaban las instrucciones y en pocos minutos las arepas estaban listas para la cena. Hay muchas cosas en la vida que pueden parecer complicadas aunque tengan soluciones muy sencillas. Todo lo que tienes que hacer es obedecer las instrucciones.
Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas, los muros eran muy fuertes y nadie podía salir o entrar. Dios había ordenado a Josué conquistar esa ciudad junto a su pueblo, pero esta sí que era una misión muy complicada. Bueno, no era como preparar arepas, pero sí tenía la misma solución: buscar las instrucciones y obedecerlas al pie de la letra, y fue así como Josué y el pueblo de Israel lo hicieron.
La instrucción de Dios era que Josué y los soldados marcharan dando una vuelta alrededor de la ciudad durante seis días; siete sacerdotes debían llevar trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharían frente al arca. En el día número siete debían marchar siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, y cuando se diera el toque de guerra todo el pueblo debía gritar a voz en cuello. Solo entonces los muros de la ciudad se derrumbarían. Ellos siguieron las instrucciones ¡al pie de la letra! Los sacerdotes tocaron las trompetas, la gente gritó y las murallas de Jericó se derrumbaron totalmente. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad. Josué y el pueblo obedecieron las instrucciones de Dios, y aunque se necesité mucha valentía, fue su obediencia a las instrucciones de Dios lo que derribó las grandes murallas.
¿Hay alguna cosa complicada en tu vida? ¡Es simple! Busca las instrucciones en el libro de Dios, la Biblia, y obedécelas, porque la obediencia derriba cualquier obstáculo.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2022. “UN RAYITO DE LUZ PARA CADA DÍA” Por: «Gabriela Ruth Brizuela de Graf Ninayette Galleguidos Treviño Magaly Tuesta Viveros de Alaña Mirta de Samojluk Cinthya Samojluk de Graf» Colaboradores: Uriel Agustin & Karla González.