Siempre que la madre pueda dar una palabra de alabanza por la buena conducta de sus hijos, debería hacerlo. Tiene que animarlos con palabras de aprobación y miradas de amor. Estas serán como la luz del sol para el corazón del niño y conducirán al cultivo del respeto propio y a la dignidad del carácter.—Testimonies for the Church 3:352 (1889).
EL TEMPERAMENTO IRRITABLE A VECES SE HEREDA
Algunos han recibido como herencia el temperamento irritable, y su educación en la niñez no les ha enseñado el dominio propio. Con frecuencia a este temperamento fogoso, se unen la envidia y los celos.—Testimonies for the Church 2:74 (1868).
SATANÁS SE APROVECHA DE LAS DEBILIDADES HEREDADAS
En nuestra propia fortaleza, nos es imposible negarnos a los clamores de nuestra naturaleza caída. Por su medio, Satanás nos presentara tentaciones. Cristo sabía que el enemigo se acercaría a todo ser humano para aprovecharse de las debilidades hereditarias y entrampar, mediante sus falsas insinuaciones, a todos aquellos que no confían en Dios. Y recorriendo el terreno que el hombre debe recorrer, nuestro Señor ha preparado el camino para que venzamos.
No es su voluntad que seamos puestos en desventaja en el conflicto con Satanás. No quiere que nos intimiden ni desalienten los asaltosde la serpiente. “Confiad—dice—, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33.—El Deseado de Todas las Gentes, 98 (1898).