Es innegable que uno de los problemas más comunes de la iglesia (de cualquier iglesia) es el legalismo. El legalismo es el concepto de que existen requisitos para la salvación más allá del arrepentimiento y la fe, especialmente cuando esos supuestos requisitos se basan en el mérito. Esta creencia herética golpea la esencia misma del evangelio, ya que sugiere que la muerte y la resurrección de Jesús fueron de alguna manera insuficientes, o que los seres humanos pueden merecer la salvación (al menos en parte) por su propio esfuerzo.
El legalismo es completamente anti bíblico. Sin embargo. en su intento de apartarse del legalismo, a veces los cristianos han permitido que el péndulo oscilara demasiado hacia el sentido contrario, llegando a una definición del tipo:
«Cualquier forma externa de seguir un estándar bíblico es legalismo». Lo cual, simplemente, no es cierto.
En el pasaje de esta semana, el objetivo de Santiago no es convencer a nadie de vivir una vida legalista. Sus palabras no contradicen el hecho de que la salvación es Únicamente por la fe en Jesucristo. Su objetivo es simplemente responder a la pregunta: «¿Qué es la verdadera fe?». La fe no es ni «todo obras» ni «nada de obras»; la fe es un cambio interno que resulta en un cambio externo. Aunque el cambio exterior no lo es todo, da evidencia de si hay o no un cambio interior.
La humanidad no se salva por obras; somos salvos por fe. La fe, entonces, verdaderamente es un asunto salvífico, digno de profunda reflexión.
Copia de tu versión preferida de la Biblia Santiago 2:14-26. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes copiar Santiago 2:14, 21, 32.
O si lo prefieres, puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer un bosquejo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2022. 2do. trimestre 2022 INVERSO Lección 5 «¿JUSTIFICADOS POR LAS OBRAS?» Colaboradores: Estrellita Hernández & Mayra Cota