La verdadera educación significa más que seguir cierto curso de estudios. Es amplia. Incluye el desarrollo armonioso de todas las facultades físicas y mentales. Enseña a amar y temer a Dios, y es una preparación para el fiel cumplimiento de los deberes de la vida.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 53.
Incluye no solamente la disciplina mental, sino el adiestramiento que asegure una moral sana y un comportamiento correcto.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 252.
La primera gran lección de toda educación, consiste en conocer y comprender la voluntad de Dios. Debemos hacer en cada día de la vida el esfuerzo para obtener este conocimiento. Aprender la ciencia por la sola interpretación humana es obtener una falsa educación; pero el aprender de Dios y de Cristo es conocer la ciencia del cielo. La confusión que se nota en la educación proviene de que la sabiduría y el conocimiento de Dios no han sido ensalzados.— Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 431.
INFLUID CONTRA LA RIVALIDAD EGOÍSTA Y LA AMBICIÓN—
En semejante momento, ¿cuál es la tendencia de la educación dada? A qué motivo se dirige más a menudo? A la complacencia del yo. Gran parte de la educación dada es una perversión del arte pedagógico. La verdadera educación es una influencia que contrarresta la ambición egoísta, el anhelo de poder, la indiferencia hacia los derechos y las necesidades de la humanidad, que constituyen una maldición de nuestro mundo. El plan de vida de Dios tiene un lugar para cada ser humano. Cada uno debe perfeccionar sus talentos hasta lo sumo y la fidelidad con que hace esto, sean pocos o muchos los dones, es lo que le da derecho a recibir honor. En el plan de Dios no tiene cabida la rivalidad egoísta. Los que se miden entre sí mismos y se comparan consigo mismos “son faltos de buen sentido”. 2 Corintios 10:12.
Cualquier cosa que hagamos debe ser hecha “como del poder que suministra Dios” (1 Pedro 4:11); “de corazón, como para el Señor, y no para los hombres; sabiendo que de parte del Señor recibiréis el galardón de la herencia; pues servís a Cristo, el Señor”. Colosenses 3:23, 24. Son preciosos el servicio prestado y la educación obtenida al poner en práctica estos principios. Pero ¡cuán diferente es una gran parte de la educación que ahora se da! Desde los primeros años de la vida del niño, es un estímulo a la emulación y la rivalidad; fomenta el egoísmo, raíz de todo mal.—La Educación, 221, 222.
CONDUCCIÓN DEL NIÑO SECCIÓN #12 *El Desarrollo De Las Facultades Mentales* Capítulo 50: “ ¿QUÉ COMPRENDE LA VERDADERA EDUCACIÓN? ” Por: Elena G De White Colaboradores: América Lara & Adriana Jiménez