Poca, muy poca consideración se da a las causas que determinan la mortalidad, la enfermedad y la degeneración que existen hoy aun en los países más civilizados y ricos. La raza humana decae.—El Ministerio de Curación, 294 (1905).
NUEVE DE CADA DIEZ ENFERMEDADES SE ORIGINAN EN LA MENTE
Por todas partes prevalece la enfermedad mental. Nueve de cada diez enfermedades que sufren los seres humanos tienen su fundamento en esto. Puede ser que alguna aguda dificultad del hogar esté royendo como un cáncer el alma y debilitando las fuerzas vitales. A veces el remordimiento por el pecado mina la constitución y desequilibra la mente. Hay también doctrinas erróneas, como la de un infierno que arde eternamente y el tormento sin fin de los impíos, que, al presentar ideas exageradas y distorsionadas del carácter de Dios, han producido el mismo resultado en las mentes sensibles.—Joyas de los Testimonios 2:143 (1885).
LA MENTE AFECTA AL CUERPO
La relación que existe entre la mente y el cuerpo es muy íntima. Cuando uno está enfermo, el otro también es afectado. La condición de la mente afecta la salud del sistema físico. Si la mente es libre y feliz, por una conciencia de bien hacer y un sentido de satisfacción en hacer felices a otros, crea una alegría que repercutirá sobre todo el sistema, produciendo una mejor circulación de la sangre y una tonificación de todo el cuerpo. La bendición de Dios es un poder sanador, y los que benefician a otros con muestras de generosidad sentirán esa maravillosa bendición tanto en el corazón como en la vida.—Counsels on Health, 28 (1890); véase también Joyas de los Testimonios 1:179 (1876).