El cerebro es el órgano e instrumento de la mente, y controla todo el cuerpo. Para que los otros miembros del sistema estén sanos, el cerebro debe estar sano. Y para que el cerebro esté sano, la sangre debe ser pura. Si por los hábitos correctos en el comer y el beber se mantiene pura la sangre, el cerebro estará alimentado adecuadamente.—Medical Ministry, 291 (1900).
IMAGINACIÓN ENFERMIZA
Algunas veces la imaginación produce la enfermedad, y es frecuente que la agrave. Hay muchos que llevan vida de inválidos cuando podrían estar buenos si pensaran que lo están. Muchos se imaginan que la menor exposición del cuerpo les causará alguna enfermedad, y efectivamente el mal sobreviene porque se lo espera. Muchos mueren de enfermedades cuya causa es puramente imaginaria.—El Ministerio de Curación, 185 (1905).
LA ENERGÍA ELÉCTRICA DEL CEREBRO VITALIZA EL SISTEMA
Se debería dar realce a la influencia que tiene la mente sobre el cuerpo y éste sobre aquella. La energía eléctrica del cerebro, aumentada por la actividad mental, vitaliza todo el organismo, y es de ayuda inapreciable para resistir la enfermedad. Hay que explicar bien este punto. También se necesita presentar el poder de la voluntad y la importancia del dominio propio, tanto en la conservación de la salud como en su recuperación, como asimismo el efecto depresivo y hasta ruinoso de la ira, el descontento, el egoísmo o la impureza y, por otra parte, el maravilloso poder vivificador que se encuentra en la alegría, la abnegación y la gratitud.—La Educación, 197 (1903).