EL SALÓN DE LOS ESPEJOS
«Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu». 2 Corintios 3: 18
¿Sabes para qué sirven los espejos? Existen muchas variedades y usos, pero su función principal es recibir la luz y reflejar una imagen. Debes tener el espejo correcto para poder ver la imagen que quieras reflejar.
Una de las actividades más esperadas en las vacaciones de mi niñez, era una feria orientada a la familia, bajo el lema: «Te llama la llama». Mucha gente llegaba de todas partes de la ciudad y era recibida por una curiosa llamita que daba la bienvenida.
Mis padres hacían un gran esfuerzo para poder llevarnos allí como premio por habernos esforzado durante el primer semestre escolar. Una de las atracciones que más disfrutábamos era el salón de los espejos. Desde los pasillos se escuchaban las fuertes y contagiosas risas de la gente que desde que entraba no paraba de reír, y los que salían continuaban riendo hasta perderse en el camino.
El secreto de esta divertida atracción era la variedad de espejos con superficies irregulares que reflejaban no lo que esperabas ver, sino una cambiante apariencia del cuerpo de las personas. Podías verte muy pequeño, con el cuello largo, con los brazos cortos e incluso ver parte de tu cuerpo cabeza abajo.
Aunque las ilusiones ópticas creadas por algunos espejos pueden ser muy graciosas, esos espejos mostraban un reflejo falso y distorsionado de lo que somos.
A diferencia de esos espejos de mi infancia, el versículo de hoy nos recuerda que tu vida es como un espejo que debe reflejar la imagen correcta. Tener fe es mirar a Dios y reflejar en tu rostro la luz de su gloria. Es creer que con su luz puedes brillar para alumbrar este mundo oscuro, donde tu bondad y tu sonrisa pueden hacer que otros sonrían, porque reflejas el amor de Jesús.
¿Qué ven tus amigos cuando te miran?
Magaly
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Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2022.
“UN RAYITO DE LUZ PARA CADA DÍA”
Por: «Gabriela Ruth Brizuela de Graf
Ninayette Galleguidos Treviño
Magaly Tuesta Viveros de Alaña
Mirta de Samojluk
Cinthya Samojluk de Graf»
Colaboradores: Andres Rodríguez & Karla González.