«Cristo se deleitó en el ardiente deseo de María de hacer bien a su Señor. Aceptó la abundancia del afecto puro mientras que sus discípulos no lo comprendieron ni quisieron comprenderlo. El deseo que María tenía de prestar este servicio a su Señor era de más valor para Cristo que todo el ungüento precioso del mundo, porque expresaba el aprecio de ella por el Redentor del mundo. El amor de Cristo la constreñía. Llenaba su alma la sin par excelencia del carácter de Cristo. Aquel ungüento era un símbolo del corazón de la donante. Era la demostración exterior de un amor alimentado por las corrientes celestiales hasta que desbordaba» (El Deseado de todas las gentes, p. 517)
APLÍCALA A TU VIDA
Lee la sección Más luz de esta semana. Fíjate bien en esta declaración de Elena G. de White: «El deseo que María tenía de prestar este servicio a su Señor era de más valor para Cristo que todo el ungüento precioso del mundo». Dicho de otra manera, lo que le importa más a Jesús no es el tamaño del regalo, sino el corazón de quien lo regala. Con esto en mente, considera la siguiente historia:
El adorno en mi escritorio esta mañana me tomó por sorpresa. No eran los boletines que habían sobrado. Tampoco era la así llamada correspondencia basura, o de publicidad no solicitada. Ni tampoco una revista Insight enrollada. No, mi sorpresa del lunes por la mañana fue una galleta mordida. Junto a la galleta había un mensaje del primer anciano que decía lo siguiente:
«Pastor Karl, un niño de tres años dio esta galleta como ofrenda esta mañana. Cuando le pasé el platillo de las ofrendas, buscó en sus bolsillos y frunció el ceño. Luego buscó alrededor de su asiento, solo para descubrir que no tenía ni una moneda para dar. Luego metió la mano en una bolsa y sacó esto, y dijo con todo su orgullo infantil:
Lección de Escuela Sabática para Jóvenes.
3rd. Trimestre 2021 “SEGUIR A JESÚS”
Lección 12: «EL PERFUME ESCANDALOSO»
Colaboradores: Karla González & Uriel Agustin