El antiguo pacto y el nuevo pacto. los «dos pactos» de Pablo (Gál. 4. 24]. son una especie de marca de agua en su Carta a los Gálatas. Su mensaje se interpreta en función de la manera en que se definen el pacto antiguo y el nuevo.
Según vimos en lecciones anteriores, cada vez que un pasaje del Nuevo Testamento contiene una referencia directa o una alusión a los pactos antiguo y nuevo, la mayoría de los comentaristas modernos automáticamente, e incluso exclusivamente, piensa en el pacto del Sinaí dado a través de Moisés y en el nuevo pacto histórico iniciado o inaugurado por Jesús. Dado que los dos pactos se analizan en términos opuestos, estos comentaristas asignan las características negativas al pacto del Sinaí y las positivas al nuevo pacto histórico instituido por Jesús. Sin embargo, los comentaristas que reconocen los problemas experiencia les de esa interpretación, optan por considerar una interpretación experiencias de los pactos en dichos pasajes.
En medio de las numerosas referencias históricas de Pablo encontradas en Gálatas, ten en cuenta varias observaciones que sugieren que él no está enfrentando el pacto del Sinaí con el nuevo pacto histórico:
Pablo afirma que hay un solo evangelio. no uno para la era del Antiguo Testamento y otro para la del Nuevo Testamento (Gal. 1: 6-9).
Sobre esa base afirma que los judíos, por naturaleza, habiendo sido educados con la revelación bíblica del único evangelio verdadero, deben saber que «nadie es reconocido como justo» por cumplir la ley, sino gracias a la fe en Cristo; «porque nadie será reconocido como justo por cumplir la ley» (Gál. 2: 15-16). El único evangelio verdadero estaba anclado en la herencia judía, porque Abraham, el padre del pueblo judío, «creyó a Dios, y Dios le tuvo esto en cuenta y lo reconoció como justo ›. y a través de su descendencia «la cual es Cristo», «todas las naciones serán bendecidas» (Gal. 3: 6. I6. 8).
Cuando Dios le dio a Israel «la ley», 450 años después, la hermosa revelación del evangelio del antiguo pacto histórico no invalido el pacto con Abraham. sino que lo confirmo: «Dios hizo una alianza con Abraham, y la confirmo Po eso, la ley de Moisés, que vino cuatrocientos treinta años después. no puede anular aquella alianza y dejar sin valor la promesa de Dios» (Gál 3: 17). Algunos maestros judíos estaban enseñando erróneamente que la ley si se Fabia anulado, predicando de esa forma un evangelio alternativo, por Io que estaban causando estragos en (a iglesia de Galacia. El pacto del Sinaí reafirmó el evangelio dado anteriormente, agregando que Dios es misericordioso, perdonador, compasivo y amoroso, y que procuraba el amor y la fidelidad de ellos en retorno (Éxo. 34: 6-7; Deut. 6: 4-9: Sal. 103).
Estos anclajes teológicos presentes en Gálatas establecen el contexto para un examen detenido del pasaje de esta lección (Gal. 3: 21-25). Recuerda que el modelo de interpretación más claro rara vez responde a todas las preguntas que puede plantear un pasaje, aunque conlleve la menor dificultad académica en comparación con otros modelos.
Copia de tu versión preferida de la Biblia Gálatas 3: 10-29.
En caso que desees abreviar, copia únicamente Gálatas 3: 21-25.
También puedes parafrasear el pasaje o hacer un bosquejo del capítulo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2021.
2do. trimestre 2021 “Descifrando los Pactos”
Lección 10«EL VERDADERO «CONFLICTO» ENTRE LOS PACTOS» Colaboradores: Israel Esparza & Mayra Cota