«Después de esto, Jesús salió y se fijó en uno de los que cobraban impuestos para Roma. Se llamaba Leví, y estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos. Jesús le dijo: “Sígueme”.
» Entonces Leví se levantó, y dejándolo todo siguió a Jesús. Más tarde, Leví hizo en su casa una gran fiesta en honor de Jesús; muchos de los que cobraban impuestos para Roma, junto con otras personas, estaban sentados con ellos a la mesa. Pero los fariseos y los maestros de la ley del mismo partido comenzaron a criticar a los discípulos de Jesús. Les dijeron: “¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y pecadores?”
» Jesús les contestó: “Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se vuelvan a Dios”.» Le dijeron a Jesús: “Los seguidores de Juan y de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos siempre comen y beben”. Jesús les contestó: “¿Acaso pueden ustedes hacer ayunar a los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán”.
» También les puso esta comparación: “Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. Si lo hace así, echa a perder el vestido nuevo; además, el pedazo nuevo no quedará bien con el vestido viejo. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos. Y nadie que toma el vino añejo quiere después el nuevo, porque dice: ‘El añejo es más sabroso’”» (Lucas 5: 27-39).
APLÍCALA A TU VIDA
¿Alguna vez te has sentido indigno? ¿Alguna vez has hecho algo para deshonrar a alguien y a cambio te dieron misericordia y perdón? ¿Te sentiste avergonzado y culpable? Posiblemente así se sintió Leví. Cuando Jesús lo aceptó, seguramente se sintió indigno al repasar su vida. Y aun así, probablemente sintió mucho gozo al darse cuenta de que Jesús estaba dispuesto a ignorar sus múltiples faltas y aceptarlo como su discípulo. Abre tu Biblia y encuentra tantos versículos como puedas sobre el perdón y la aceptación. En tu cuaderno o diario, escribe los tres que consideras más importantes.
Lección de Escuela Sabática para Jóvenes.
2do. Trimestre 2021 “LIBERTAD SIN FIN”
Lección 09: «NO FUE AMOR A PRIMERA VISTA»
Colaboradores: Karla González & Uriel Agustin