En el mismo principio del cuarto precepto, Dios dijo: “Acuérdate” (Éxodo 20:8), sabiendo que el hombre, dada la multitud de sus preocupaciones y dudas, se vería tentado a excusarse de satisfacer plenamente los requisitos de la ley, o, en el apremio de los negocios mundanos, se olvidaría de su importancia y santidad. “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra” (Éxodo 20:9); es decir, los quehaceres usuales de la vida, que persiguen las ganancias mundanas o el placer. Estas palabras son muy explícitas; no puede haber error (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 245, 246).
Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el mandamiento. No solo debemos observar el sábado en forma legal. Debemos comprender su importancia espiritual sobre todas las acciones de nuestra vida. Todos los que consideren el sábado como una señal entre ellos y Dios y demuestren que Dios es quien los santifica, representarán los principios de su gobierno. Pondrán diariamente en práctica las leyes de su reino. Diariamente rogarán que la santificación del sábado descanse sobre ellos. Cada día tendrán el compañerismo de Cristo y ejemplificarán la perfección de su carácter. Cada día su luz brillará para los demás en sus buenas obras (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 355).
En el nombre del Señor aconsejo a todo su pueblo a confiar en Dios, y no empezar a prepararse ahora para encontrar una posición fácil con relación a cualquier emergencia del futuro, sino a permitir que Dios haga los preparativos para la emergencia…
Cuando el cristiano está esperando deberes y severas pruebas que anticipa que vendrán sobre él debido a su profesión de fe cristiana, es propio de la naturaleza humana contemplar las consecuencias y evadirlas y esto ocurrirá en forma decidida a medida que nos acercamos al fin de la historia de la tierra. Podemos ser animados por la veracidad de la Palabra de Dios, de que Cristo nunca defraudó a sus hijos como su seguro Dirigente en la hora de la prueba; pues tenemos el registro veraz, de que los que han estado bajo los poderes opresores de Satanás han tenido a su disposición una gracia proporcional a sus días. Dios es fiel y no permitirá que seamos tentados más de lo que podamos soportar…
Puede haber grandes montañas de dificultades en cuanto a cómo cumplir con las demandas de Dios y [sin embargo] no aparecer como que se desafían las leyes del país. El [creyente] no debe estar haciendo grandes preparativos para protegerse de las pruebas, porque es solo un instrumento de Dios, y debe avanzar con un solo gran propósito, con su mente y su alma fortalecidas día tras día, para no sacrificar un solo principio de su integridad; sin embargo, no se jactará, no expresará ninguna amenaza, ni dirá lo que hará o no hará, pues no sabrá lo que va a hacer hasta que sea probado (Mensajes selectos, t. 3, pp. 454, 455).
Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2021.
2nd Trimestre 2021 LA PROMESA «EL PACTO DEL DIOS ETERNO«
Lección 9: «“LA SEÑAL DEL PACTO”»
Colaboradores: Lorenia Beltran & Meri Ruiz