«¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás». Salmo 139: 7-8
EL SEÑOR Dios omnipotente que reina en los cielos, declara: «Estaré con ustedes siempre» (Mat. 28: 20, NV1). Asegura a su pueblo que los obedientes están en la actitud que les permite ser bendecidos por él para gloria de su nombre […]000. Será una ayuda siempre presente a todos los que le sirven en vez de servirse a sí mismos.— Review and Herald, 12 de diciembre de 1907.
Después de su ascensión sus seguidores seguían sintiendo a Cristo presente. Era una presencia personal, impregnada de amor y luz [ …].
Y desde aquel día, mediante el Espíritu, Cristo iba a poder morar de modo permanente en el corazón de sus hijos. La unión con sus discípulos sería más estrecha que cuando estaba personalmente con ellos. La luz, el amor y el poder de la presencia de Cristo resplandecían de tal manera por medio de ellos que las gentes, al fijarse en ellos, «quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús» (Hech. 4: 13, NVI).
Todo lo que Cristo fue para sus primeros discípulos desea serlo para sus hijos hoy.—El camino a Cristo, cap. 8, pp. 110-111.
Nunca piensen que Cristo está lejos. Siempre está cerca. Su amorosa presencia les circunda. Búsquenlo sabiendo que desea ser encontrado por ustedes. Quiere que no solo toquen su manto, sino que anden con él en comunión constante.— El ministerio de curación, cap. 5, p. 47.
La presencia de Cristo en el corazón es una potencia vivificadora, que fortalece todo el ser.— Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 71
Devocional Vespertino Para 2021. «La Fe por la cual vivo» «LOS TRES DIGNATARIOS DEL CIELO» Por: Elena G. de White Colaboradores: Martha González & Joaquín Maldonado