726*. Estando sanos o enfermos, el agua pura es para nosotros una de las más exquisitas bendiciones del cielo.
Su empleo conveniente favorece la salud. Es la bebida que Dios proveyó para apagar la sed de los animales y del hombre. Ingerida en cantidades suficientes, el agua suple las necesidades del organismo, y ayuda a la naturaleza a resistir la enfermedad.
727*. Debo comer escasamente, aliviando así mi organismo de la carga innecesaria, y debo albergar alegría, y obtener los beneficios del debido ejercicio al aire libre. Debo bañarme con frecuencia, y beber en forma abundante agua pura y blanda.
C.S.R.A. 503/1
Amado, y deseo que tú seas prosperado en todas las cosas Y que tengas salud, así como prospera tu alma Dra. Química & Farmacéutica Silvia Garcia Meditaciones Diarias www.meditacionesdiarias.com