«Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor». Efesios 4: 2
¿Alguna vez has visto una cabra? Las cabras son animales fascinantes, comen hierba, hacen sonidos graciosos y el queso que se hace de la leche que dan es muy rico, aunque su sabor es un poco fuerte.
Aunque las cabras son animales domésticos, o sea que pueden vivir con los humanos, les gusta también estar en la montaña. De hecho, la gente que cría cabras suele vivir cerca de las montañas. A veces dos cabras se encuentran en la ladera de una montaña, donde el camino es estrecho y hay una pared a un lado y un precipicio al otro. En esa situación, no caben las dos cabras por un camino tan estrecho. ¿Qué crees que hacen para poder seguir cada una hacia su lugar? Pues una de ellas se agacha para que la otra pueda pasarle por arriba.
Cuando supe de esa característica de las cabras me sorprendí mucho, porque me di cuenta de que las cabras son inteligentes, pero también me di cuenta de que son humildes. La humildad es una virtud que nos permite reconocer nuestras fortalezas y debilidades y aprovecharlas. Cuando eres humilde sientes respeto hacia los demás y los ayudas.
Jesús quiere que tú seas humilde, porque él también es humilde y cuando muestras humildad te pareces a Jesús. ¿Quieres parecerte a Jesús? Levanta tus manos y di: “¡Claro que sí!”.
Palabra que aprendimos hoy: Humildad
Oración: Querido Jesús, quiero aprender a ser humilde como tú
Tomado de: Lecturas Devocionales para niños
«UN PASEO POR EL ZOO» Animales que nos enseñan del amor de Dios
Por: KATHY HERNÀNDEZ DE POLANCO
Colaboradores: Leidi Velázquez & Lizeth Orduz