Estoy segura de que, aunque tienes muchas maestras y maestros hay uno al que aprecias en especial.
Ser maestro es una profesión muy importante pues estas personas tienen en sus manos el futuro de muchos niños. Quizás tú no lo entiendas bien ahora, pero cuando seas adulto recordarás muchas cosas que te enseñaron sus maestros.
Un buen maestro ayuda a que todos sus alumnos logren cumplir con los objetivos de la clase. A los buenos maestros les gusta que todos sus alumnos alcancen el éxito, para ello motivan y tratan a cada uno según sus necesidades. Los buenos maestros también hacen muchas preguntas para que sus estudiantes estén atentos e interesados en aprender; y escuchan y valoran a todos, aunque no estén de acuerdo con ellos.
¿Te imaginas cómo sería un maestro del templo en los tiempos de Jesús?
El apóstol Pablo se sentía orgulloso de haber estudiado con un gran maestro llamado Gamaliel. Era un gran maestro de la ley y además era fariseo. El abuelo de Gamaliel se llamaba Hillel y había sido uno de los maestros más reconocidos entre los judíos.
Gamaliel pertenecía al Sanedrín o Concilio y era un buen maestro. La Biblia dice que defendió a Pedro y a Juan frente a quienes los acusaban de hablar de Jesús. Dios usó a Gamaliel para librar a Pedro y a Juan de la cárcel.
Gamaliel era un buen maestro, pero… ¿sabes quién es el mejor Maestro? Sí, es Jesús.
Escribe en tu Diario de Oración por que Jesús es el mejor Maestro.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2021.
“¡VAMOS A JUGAR!”
Por: «RAQUEL RODRÍGUEZ MERCADO» Colaboradores: Karla González & Rebeca Blancarte.