Deberíamos aprender ahora a conocer a Dios, poniendo a prueba sus promesas. Los ángeles toman nota de cada oración ferviente y sincera. Sería mejor sacrificar nuestros propios gustos antes que descuidar la comunión con Dios.
La mayor pobreza y la más absoluta abnegación, con la aprobación divina, valen más que las riquezas, los honores, las comodidades y amistades sin ella. Debemos darnos tiempo para orar.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 680.
″Tenemos que pasar mucho tiempo en oración″
Úsese mucho tiempo en oración y en un examen minucioso de la Palabra. Que todos atesoren en sus propias almas los verdaderos conceptos de la fe al creer que el Espíritu Santo les será impartido porque realmente tienen hambre y sed de justicia… Hay que orar más, creer y recibir más, y debe haber una mayor colaboración con Dios.—Exaltad a Jesús, 174.