«Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros». 2 Corintios 4: 7
DIOS SE HA DIGNADO COMUNICAR la verdad al mundo por medio de instrumentos humanos, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elección de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo […] y el hijo de Dios, obediente y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad.— El conflicto de los siglos, p. 10.
Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas en un lenguaje humano. Fue escrita por seres humanos. Ellos fueron inspirados por el Espíritu Santo […].
Las Escrituras fueron dadas a los hombres, no en una cadena continua de declaraciones ininterrumpidas, sino parte tras parte a través de generaciones sucesivas, a medida que Dios en su providencia veía una oportunidad adecuada para impresionar a los hombres en varios tiempos y en diversos lugares […].
No siempre hay orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras […]. Las verdades de la Biblia son como perlas ocultas. Deben ser buscadas, extraídas mediante esfuerzos concienzudos. Los que tan solo dan un vistazo a las Escrituras, con un conocimiento superficial que piensan que es muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda la autoridad de las Escrituras. Pero aquellos cuyo corazón está en armonía con la verdad y el deber, escudriñarán las Escrituras con un corazón preparado para recibir impresiones divinas.— Mensajes selectos, t. 1, cap. 1, p. 22.
Devocional Vespertino Para 2021. «La Fe por la cual vivo» «LA PALABRA Y LAS OBRAS DE DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Martha González & Joaquín Maldonado