«Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca pacerá junto a la osa, sus crías se recostarán juntas; y el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho jugará sobre la cueva de la cobra; el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar». Isaías 11: 6-9
LUEGO LLEGAMOS A UNA PRADERA llena de todo tipo de animales: el león, el cordero, el leopardo y el lobo, conviviendo todos en perfecta armonía. Pasamos por en medio de ellos, y nos siguieron mansamente. De allí fuimos a un bosque, no sombrío como los de la tierra actual, sino resplandeciente y luminoso. Las ramas de los árboles se mecían de uno a otro lado, y exclamamos: «Moraremos seguros en el desierto y dormiremos en los bosques». Atravesamos los bosques en camino hacia el monte de Sion.
En el trayecto encontramos a un grupo que también contemplaba la hermosura del paraje. Vi que el borde de sus vestiduras era rojo; llevaban mantos de un blanco purísimo y muy brillantes coronas. Cuando los saludamos pregunté a Jesús quiénes eran, y me respondió que eran mártires que habían sido muertos por su nombre. Los acompañaba una incontable hueste de niños que también tenían un ribete rojo en sus vestiduras.
El monte de Sion estaba delante de nosotros, y sobre el monte había un hermoso templo. Lo rodeaban otros siete montes donde crecían rosas y lirios. Los niños subían por los montes o, si lo preferían, usaban sus alitas para volar hasta la cumbre y recoger inmarchitables flores. Toda clase de árboles hermoseaban los alrededores del templo: el boj, el pino, el abeto, el olivo, el mirto, el granado y la higuera doblegada bajo el peso de sus maduros frutos, todos embellecían aquel lugar. […]
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LAS OBRAS DE DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez