36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad.
37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
38 Ésta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
PIENSA
¿Conoces a alguien como Ana, que siempre está en la iglesia alabando a Dios? ¿Cuál es la historia de esa persona? ¿Qué puedes aprender de ella?
ORA
Para poder sentir constantemente la presencia de Dios para ser capaz de adorarlo.