Mafalda fue el nombre que Diana le puso a una muñeca que había encontrado en el parque.
Como esta muñeca le gustaba mucho, Diana la llevaba a todos lados. Un día, mientras caminaba por una vereda, oyó una voz que decía: «¡Mira, esa es la muñeca que se me perdió!». Diana no podía creer que allí mismo estuviera la dueña de su querida Mafalda. Así que se puso muy triste, pero decidió devolverla a quien le pertenecía.
¿Y yo?
¿Puedes percibir que no es justo que te quedes con cosas que pertenecen a otras personas?
Mi oración para hoy
Querido Dios, muchas gracias porque me ayudas a tener una buena actitud.
En la Biblia leemos:
«Entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho» (Mateo 16: 27).