-¡Eres muy desordenado y distraído! –le dijo Irina, enojada, a su hermanito-. Desarreglas y después no guardas las cosas en su sitio. Te llevaste mis libros durante el fin de semana a la casa de los abuelos en vez de llevar los tuyos. ¡Para colmo has mezclado nuestros cepillos de dientes!
-Perdóname, hermanita …
Acordándose de cómo Jesús la perdonaba, Irina dijo sonriendo:
-Está bien. Te perdono.
¿Y yo?
¿Puedes recordar todas las ocasiones en las que Jesús te ha perdonado? ¿Fueron muchas o pocas?
Mi oración para hoy
Jesús, ayúdame a perdonar a los demás como tú me perdonas siempre a mí.
En la Biblia leemos:
«Si tu hermano peca, repréndelo, pero si cambia de actitud, perdónalo» (Lucas 17: 3).