¿SON UN PELIGRO LOS INTELECTUALES?
«Los homicidas odian al hombre cabal, pero los hombres honrados buscan su bien» (Proverbios 29:10).
Dietrich Bonhoeffer nació en el seno de una familia de clase media alemana en 1906. Desde niño destacó por sus grandes virtudes intelectuales. Sus padres se interesaron en que tuviera una muy buena formación académica. Asimismo, le permitieron realizar algunos viajes por diferentes lugares para ampliar su cosmovisión sobre las realidades de este mundo. Llegado el momento, el chico decidió convertirse en un ministro religioso.
El paso de Bonhoeffer por el seminario teológico fue brillante. En 1927 recibió su doctorado de la Universidad de Berlín (Alemania). Además, su familia lo apoyó para llevar a cabo varios viajes por el mundo que le permitieron observar la situación en la que se encontraba el mundo religioso. El perínclito pensador cristiano empezó a escribir sus agudas observaciones, que le han valido llegar a ser considerado como el modelo de pastor de la iglesia posmoderna.
Por aquellos años, un carismático líder alemán empezó a ganar una enorme popularidad entre sus compatriotas. Bonhoeffer detectó de inmediato el preocupante discurso de la ideología radical de Adolf Hitler. Entonces, comenzó a advertir a los líderes evangélicos sobre esta terrible amenaza. Sin embargo, gran parte de los pastores de Alemania prefirió rendir un desconcertante apoyo al partido nazi. A estas alturas, Bonhoeffer ya estaba en la mira de los dirigentes nazis, quienes empezaron a presionarlo de diferentes formas durante varios años. Había que reducir su influencia a toda costa. La gran arma de este brillante pensador eran las ideas, que transmitía a través de sus artículos publicados en revistas y sus ponencias realizadas en diversos foros. Así que, una vez en el poder, los nazis le prohibieron publicar textos y hablar en público.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial condujo a Bonhoeffer a participar en la resistencia alemana. En abril de 1943 fue arrestado por su insistente oposición al régimen. Un año después, el hallazgo de unos documentos revelaría su participación en una conspiración para deshacerse de Hitler. El 9 de abril de 1945, a tan solo tres semanas de la rendición de Alemania. Dietrich Bonhoeffer fue ejecutado por los nazis.
Erasmo de Róterdam escribió en el Elogio a la locura: «Los grandes príncipes ven con malos ojos y como a enemigos a hombres demasiado inteligentes».
Los hombres inteligentes establecen las directrices por las que se conducen los pueblos y participan en la elaboración de los patrones del pensamiento. Nunca los veas como enemigos. Pensar diferentes no es un pecado. Hay que aprender a tolerar la opinión contraria. Eso es un elemento fundamental del civismo y de la democracia.
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Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2020
«Una Nueva Versión de Ti»
Por: Alejandro Medina Villarreal
Colaboradores: Israel Esparza & Ulice Rodriguez
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