«El Señor Dios que creó el cielo y lo extendió, y creó la tierra y cuanto hay en ella, y que da vida, aliento y espíritu a todos en el mundo, es el que dice: «Yo, el Señor, te he llamado para demostrar mi justicia, yo te cuidaré y te sostendré, porque te he dado a mi pueblo como confirmación personal de mi pacto con ellos. Serás también luz que guíe las naciones hacia mí. Darás vista a los ciegos y libertarás a los que yacen en prisión de tinieblas y desaliento». Isaías 42: 5-7, NBV
AQUEL QUE SE ENTREGA a Cristo, llega a ser una fortaleza suya, que él sostiene en un mundo en rebelión, y no quiere que otra autoridad sea conocida en esa persona sino la suya. Alguien así protegidos por los agentes celestiales resulta inexpugnable para los asaltos de Satanás.— El Deseado de todas las gentes, cap. 33, p. 294.
Vivamos en contacto con el Cristo vivo, y él nos tomará firmemente con una mano que nos guardará para siempre. Creamos en «el amor eterno» con que Dios nos ama (Jer. 31: 3), y estaremos seguros; este amor es una fortaleza inexpugnable contra todos los engaños y ataques de Satanás. «Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo» (Prov. 18: 10, NVI).— El discurso maestro de Jesucristo, cap. 5, p. 181.
No hay nadie al parecer tan débil, y no obstante tan invencible, como aquel que siente su insignificancia y confía por completo en los méritos del Salvador. Mediante la oración, el estudio de su Palabra y el creer que su presencia mora en su corazón, el más débil ser humano puede vincularse con el Cristo vivo, quien lo tendrá de la mano y nunca lo soltará. […] Aquellos a quienes «sus muchos pecados le han sido perdonados» por Cristo serán los que lo amarán «mucho» (Luc. 7: 47, NBV), y serán los que en el último día estarán más cerca de su trono.— El ministerio de curación, cap. 11, Pp. 114-115.
Los ángeles de gloria hallan su gozo en dar, dar amor y protección incansable a los que están caídos y destituidos de santidad. Los seres celestiales desean ganar el corazón de todos; traen a este oscuro mundo luz de los atrios celestiales; por un ministerio amable y paciente, obran sobre el espíritu humano, para poner a los perdidos en una comunión con Cristo aun más íntima que la que ellos mismos pueden conocer.— El Deseado de todas las gentes, cap. 1, p. 12.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LO QUE DIOS NOS OFRECE» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez