Si es posible, lean juntos El Deseado de todas las gentes, pp. 345 y 346 (desde el párrafo que comienza con las palabras “Una violenta tempestad…” hasta el que termina con las palabras “…en la gran crisis de la vida”. Lean también el último párrafo de la p. 346. Dramaticen la historia juntos.
H A C E R
Jueguen “El poder de Dios me ayuda”. La primera persona dice: “El poder de Dios me ayuda a…” [elegir algo de aquello en lo que Dios lo ayuda; por ejemplo, a no ser egoísta]. La siguiente
persona dice: “El poder de Dios me ayuda a no ser egoísta y a cumplir bien mis deberes”. La siguiente persona dice: “El poder de Dios me ayuda a no ser egoísta, a cumplir bien mis deberes y a ser rescatado como Pedro”. Sigan añadiendo por turno una cosa nueva después de repetir todo lo que se ha dicho.
O R A R
Entonen algunos himnos acerca del poder de Dios; den gracias por ello.