Queridos jóvenes, dejad de leer revistas de cuentos. Apartad las novelas… Haríamos bien en limpiar nuestras casas de todas las revistas que traen cuentos y de las publicaciones que contienen figuras ridículas, representaciones creadas por agentes satánicos. Los jóvenes no pueden permitirse el envenenar sus mentes con semejantes cosas. “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?”(Jeremías 23:28). Lea todo aquel que dice ser un seguidor de Cristo sólo lo que es verdadero y de valor eterno.
Debemos prepararnos para los más solemnes deberes. Hay que salvar a un mundo… En vista de la gran obra que hay que hacer, ¿cómo puede alguien malgastar un tiempo precioso y los medios dados por Dios haciendo cosas que no son para su mayor bien ni para la gloria de Dios? (Youth’s Instructor, agosto 14, 1906).