«Él librará al indigente que pide auxilio, y al pobre que no tiene quien lo ayude. Se compadecerá del desvalido y del necesitado, y a los menesterosos les salvará la vida. Los librará de la opresión y la violencia, porque considera valiosa su vida». Salmo 72: 12-14, NVI
HOY HAY MULTITUDES tan ciertamente dominadas por el poder de los malos espíritus como lo era el endemoniado de Capernaúm (Mar. 1: 21-28; Luc. 4: 31-37). Todos los que se apartan voluntariamente de los mandamientos de Dios se colocan bajo la dirección de Satanás. Muchos juegan con el mal, pensando que podrán romper con él cuando quieran; pero quedan cada vez más entrampados hasta que se encuentran dominados por una voluntad más fuerte que la suya. No pueden sustraerse a ese misterioso poder ajeno. El pecado oculto o la pasión dominante puede hacer de alguien un cautivo tan inerte como el endemoniado de Capernaúm.
Sin embargo, si alguien se encuentra en una situación similar, tiene que saber que ninguna es irreversible. Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada individuo está libre para elegir el poder que lo gobernará. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil, que no pueda hallar liberación en Cristo. […] Ningún clamor de un ser humano en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza.— El ministerio de curación, cap. 5, p. 51.
Al asistir a los pobres en lo temporal, tengan siempre presentes sus necesidades espirituales. Que la vida de ustedes ponga de manifiesto el poder protector del Salvador. […] La protección del Señor se extiende a todas sus criaturas. Él nos ama a todos y «no hace acepción de personas» (Hech. 10: 34), si bien mira con la más tierna compasión a los que llevan las cargas más pesadas de la vida. Los hijos de Dios han de soportar pruebas y dificultades. Pero hemos de aceptar todas las vicisitudes con espíritu animoso, teniendo presente que, por todo aquello que el mundo nos niega, Dios nos compensará colmándonos de sus más preciosas bendiciones.— Ibíd. , cap. 12, p. 127.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LO QUE DIOS NOS OFRECE» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez