Carla y sus compañeros se habían puesto de acuerdo para hacer una comida en el parque al día siguiente.
Ella había acordado con su mamá que llevaría sándwiches, frutas y jugos en una cesta. Esa noche, le pidió a Jesús en oración un día soleado para poder jugar en el parque. Y se fue a dormir. A la mañana siguiente, Carla se levantó y abrió la ventana, ¡y vio grandes nubes! Parecía que iba a llover.
¿Tú piensas que se entristeció? No. Rápidamente fue a llamar por teléfono a sus amigos para posponer la comida en el parque para otro día.
¿Y yo?
Dios no siempre responde tus oraciones como esperas. Lo cierto es que lo que él hace es lo mejor para ti.
Mi oración para hoy
Querido Dios, ayúdame a no ponerme triste cuando no sucede lo que te pido.
En la Biblia leemos:
«El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían» (Nahúm 1: 7).