Los capítulos 1 y 2 de Génesis registran diferentes aspectos de la misma historia de la creación. Mientras se nos dan detalles de los orígenes de la humanidad, percibimos simultáneamente una introducción a Dios. En ella, Dios se identifica por lo que hace. Él crea, por consiguiente, es el Creador. Aunque la idea de identificar a Dios por lo que hace parece simplista al principio, se vuelve más matiza da y profunda a medida que avanzamos en la narración bíblica.
Por ejemplo, cada aspecto de la creación es hecho por la Palabra de Dios, con la excepción de Adán y Eva. Dios formó a Adán del polvo de la tierra, con sus propias manos, y sopló en su nariz aliento de vida (Gén. 2: 7). Como ves, se nos presenta la imagen del gran Dios del universo inclinándose sobre un montículo de polvo del suelo para formar a un ser hermoso, pero sin vida. Concluye finalmente la narración con Dios colocando íntimamente sus labios sobre la boca o la nariz de Adán e implantando en el aliento de Adán su propio aliento de vida. Parece que no hay ninguna razón que requiera este tipo de acto de Dios en la creación de la humanidad, excepto que se preocupó lo suficiente por Adán como para hacer las cosas de esta manera tan minuciosa y detallada. Cuando Adán y Eva abrieron los ojos por primera vez, vieron el rostro de Dios. ¿será que estaba tan cerca que pudieron ver en los ojos de Dios su propio reflejo?
En el Jardín del Edén, también encontramos información muy significativa sobre la educación. Dios mismo toma a Adán y lo pone en el jardín para que lo cuide (Gén. 2: 15). El cuidado del jardín fue el medio que Dios usó para enseñar y educar a Adán y Eva. Este es en efecto el primer sistema educativo que aparece en las Escrituras. Lo que Dios no hace aquí es tan significativo como lo que hace: él no permite que Adán descubra el jardín solo. No tiene un ángel que lo dirija a través del jardín. En cambio, Dios mismo asume la responsabilidad de enseñar a Adán y a Eva. Y lo hace a través del privilegio humano de la comunión entre la humanidad finita y la Divinidad infinita.
Copia de tu versión preferida de la Biblia Genesis 1. Si no tienes mucho tiempo, escribe Genesis 1: 1-8.
Si lo prefieres, puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer bosquejos.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 4to trimestre 2020 “Los Principios De La Educación” Lección 2: «CONOCE A DIOS COMO TU CREADOR« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo