“Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros» (2 Cor. 4:7).
El castor había encontrado algo valioso, pero no lo sabía porque… bueno, porque era tan solo un castor. Según lo entendía nuestro amigo de cola plana, debía ser algún tipo de rama. Así que la tomó con la boca y salió nadando para agregarla a su última represa. No pasó mucho tiempo antes de que Elliot y Jason pasaran remando en una canoa por el arroyo donde estaba el castor. Al aproximarse a la represa, vieron algo que les hizo subir un helado escalofrío por la espalda. Parecía que un pie humano se asomaba por allí. «Estaba seguro de que habíamos encontrado un cadáver que alguien había arrojado al arroyo», le contó Elliot a un periódico de Wisconsin. «Al principio pensamos que era real, hasta que nos acercamos».
Un vistazo más de cerca reveló que era una pierna artificial. Los muchachos sacaron la pierna de la represa y se la llevaron a su casa. Decidieron entrar en Craigslist. un sitio web de anuncios clasificados, y encontraron una publicación de Mark Warner, que estaba buscando su pierna ortopédica perdida. Había salido de pesca un día de verano y su canoa se había volcado. Había podido rescatar el equipo de pesca y la heladera, pero no había podido encontrar su pierna. Afortunadamente para él, el castor la encontró y la arrastró cinco kilómetros hasta su proyecto de construcción del momento. Por supuesto, él no sabia que tenia algo valioso.
Es de esperar que algunos de tus compañeros de la escuela no piensen que tú eres especial. Quizá no te traten con mucha amabilidad, o incluso ni siquiera te presten atención. Pero ellos no tienen la última palabra sobre tu valor. Eres un tesoro que Dios ha puesto aquí para bendecir al mundo. Si alguien dice lo contrario. es como si le faltaran las piernas para apoyarse: lleva todas las de perder. Kim