«Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más» (Apoc. 21:4, NTV).
Hace poco fui a esperar al aeropuerto a mi amiga Ann. Ella estaba regresando de un viaje a. Alemania. Mientras la buscaba con la vista, quedé absorto con los emotivos saludos de otros pasajeros internacionales y sus seres queridos. Una joven india saltó del asiento a mi lado cuando vio a sus padres aparecer en su línea de visión. Su madre vestía un sari colorido, y su padre, un pareo. Él se inclinó ante su hija con calidez, y ella abrazó a sus padres y les dio flores.
Luego, pasó una chica universitaria que vestía pantalones cortos y botas de montaña. Su padre, vestido de traje, rodeó con sus brazos a su hija independiente. Se abrazaron dos veces, y él tomó su mochila mientras caminaban juntos sonriendo.
Después, apareció una mujer hispana con cabello rojo. Su hija se agachó sobre sus pies y tocó la parte de arriba de sus zapatos dos veces, en lo que parecía ser un gesto de honor y amor. Entonces, estallaron los gritos de gozo.
Para cuando mi amiga Ann apareció por la puerta de llegadas internacionales, las lágrimas rodaban por mis mejillas. ¡Ella se preguntaba por qué yo estaba tan triste de verla!
-No, no —traté de explicarle-, estas son lágrimas de… bueno, ¿cómo puedo describirlo?
No podía. Pero decidí: ¡Cuando llegue al cielo me voy a parar en un lugar donde pueda ver tantos reencuentros como pueda! Me imagino que no pararé de llorar ante ese espectáculo. Sin embargo, la Biblia promete que Dios, en la Tierra Nueva, enjugará todas las lágrimas de nuestros ojos.
Una teoría de por qué lloramos aquí en la tierra es que estamos experimentando una sobrecarga emocional y nuestras lágrimas son una forma de liberar un poco esa emoción. Entonces, cuando Dios ponga fin a las lágrimas, estoy seguro de que no será porque ya no experimentaremos calidez, amor y conexión, y todas esas emociones positivas y poderosas. ¡Será porque finalmente tendremos una capacidad infinita de contenerlas y saborearlas! Kim