Se necesitan hombres jóvenes. Dios los llama a los campos misioneros. Ellos están relativamente libres de cuidados y responsabilidades, y en situación más favorable para ocuparse en la obra, que aquellos que tienen que proveer el sostén y la educación de una familia numerosa. Además, los jóvenes pueden adaptarse más fácilmente a nuevos climas y sociedades y pueden soportar mejor los inconvenientes y las durezas. Con tacto y perseverancia pueden hallar acceso a las personas en el lugar donde están.—Testimonios para la Iglesia 5:393.
Los jóvenes deberían prepararse familiarizándose con otros idio- mas, para que Dios pueda usarlos como medios para comunicar su verdad salvadora a otras naciones. Estos jóvenes pueden aprender otros idiomas aun mientras se ocupan en trabajar por los pecadores. Si saben economizar el tiempo, pueden sacar provecho de sus mentes y prepararse para una utilidad más amplia. Si las jóvenes que sólo han llevado pocas responsabilidades quisiesen dedicar- se a Dios, podrían prepararse para ser más útiles estudiando y familiarizándose con otros idiomas. Podrían dedicarse al trabajo de traducir.—Testimonios para la Iglesia 3:204.