Si no se hablan las palabras en el momento oportuno, invitándolos a la decisión ante el peso de la evidencia ya presentada, los pecadores siguen adelante sin identificarse con Cristo, se pierde la gran oportunidad, y no se entregan, y se apartan más y más de la verdad, se apartan de Jesús y nunca hacen su decisión por la causa del Ser. […]
»Al terminar las reuniones, hemos de indagar personalmente sobre la recepción de la verdad. A cada uno hay que preguntarle qué piensa de estas cosas, y si se propone hacer una aplicación personal de ellas. Entonces tenemos que estar atentos y observar si este o aquel manifiesta interés. Cinco palabras que se le hable en privado, harán más que todo lo que la prédica ha hecho. […]
»En todo el mundo, hay hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones, lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz en súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el umbral del reino esperando únicamente ser incorporados a él. […]
»Cuando nos empeñemos con todo nuestro corazón en la evangelización, estamos estrechamente aliados con los ángeles; somos colaboradores con los ángeles y con Cristo; y hay un compañerismo entre el cielo y nosotros, una amistad santa y noble. Nos acercamos un poco más al cielo, a las huestes angelicales y a Jesús. Empeñémonos, pues, en esta tarea con todas nuestras energías. No nos cansemos de la obra, que Dios nos ayudará. También los ángeles nos ayudarán; porque este es su trabajo, y constituye precisamente la obra con la cual están tratando de inspirarnos. Se trata de una obra de la que debemos hacernos cargo con fervor; y cuando encontremos una oveja errante, llamémos la al redil; y no la dejemos hasta que la veamos reintegrada con seguridad allí. Permita el cielo que el Espíritu que estaba en nuestro divino Ser descanse sobre nosotros. Esto es lo que queremos. Jesús nos dice: “Que os améis unos a los otros; como yo os he amado” (Juan 13: 34). Vayamos a buscar las ovejas perdidas de la casa de Israel.
»Si tenemos el interés que tuvo John Knox cuando rogaba ante Dios por Escocia, tendremos éxito. Él clamaba: “iDame a Escocia, Ser, o perezco!”. Y cuando nos hacemos cargo de la obra y luchamos fervorosamente con Dios, diciendo: “Debo tener almas; nunca abandonaré la luchá; hallaremos que Dios mirará con favor nuestros esfuerzos.-ELENA G. DE WHITE, El evangelismo, sec. 9, pp. 214, 220-222
Después del estudio de esta semana,
¿Qué aplicaciones personales te sientes motivado a realizar en tu vida?
¿Qué aplicaciones prácticas debes realizar en tu escuela, familia, centro laboral e iglesia?
¿Cómo aplicarías a tu vida el versículo que has memorizado esta semana
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020.
3er trimestre 2020 “Las Bases Del Discipulado”
Lección 9: «EL PROCESO DEL DISCIPULADO: LA COSECHA«
Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo