«En cuanto a mí, a Dios clamaré, y Jehová me salvará. En la tarde, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré, y él oirá mí voz. Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque muchos estén contra mí. Dios oirá, y los quebrantará pronto el que permanece desde la antigüedad, por cuanto no cambian ni temen a Dios. […] Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá; no dejará para siempre caído al justo». Salmo 55: 16-22
SI DIARIAMENTE TENEMOS comunión con Cristo, sentiremos a nuestro alrededor los poderes de un mundo invisible; y mirando a Cristo, nos asemejaremos a él. Contemplándolo, seremos transformados. Nuestro carácter se suavizará, se refinará y ennoblecerá para el reino celestial. El resultado seguro de nuestra comunión con Dios será un aumento de piedad, pureza y entusiasmo; oraremos de modo más inteligente cada vez. Estamos recibiendo una educación divina, la cual se revela en una vida diligente y fervorosa.
Todo el que se acerca a Dios en ferviente oración diaria para pedir ayuda, apoyo y poder, tendrá aspiraciones nobles, conceptos claros de la verdad y del deber, propósitos elevados, así como sed y hambre insaciable de justicia. Al mantenemos en relación con Dios, podremos derramar sobre quienes nos rodean la luz, la paz y la serenidad que imperan en nuestro corazón. El poder obtenido al orar a Dios, sumado a los esfuerzos infatigables para acostumbrar la mente a ser más considerada y atenta, nos prepara para los deberes diarios y preserva la paz del espíritu en cualquier circunstancia.— El discurso maestro de Jesucristo, cap. 4, pp. 134-135.
Estamos viviendo en un tiempo sumamente solemne y trascendental, de la historia de esta tierra. Estamos en medio de los peligros de los últimos días. Ante nosotros hay acontecimientos graves y temibles. […]
Debiéramos acudir a la Palabra de Dios y a la oración, buscando al Señor en forma individual y ferviente, para que podamos encontrarlo. Debiéramos hacer de ello nuestra primera ocupación.— Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 62.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para FAMILIARIZÁNDONOS CON LO ORDENADO POR DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez