El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará. Mateo 10:39
-Hemos aprendido un poco acerca de los autores de algunos de los himnos que están en nuestro himnario -comenzó la historia del día el papá-. Al conocer a sus autores y por qué los escribieron, podemos entenderlos mejor. Así es con la Palabra de Dios: cuando la leemos, conocemos mejor a su Autor. El himno número 261, Salvador, a ti me rindo, fue escrito por Judson W Van De Venter cuando entregó su vida a Jesús y se consagró a su servicio. Judson fue maestro de arte y era un miembro activo en su iglesia. Poco a poco fue participando más en las actividades misioneras, tanto que sus amigos lo animaron a que se dedicara por completo a predicar el evangelio. Mientras Judson se encontraba conduciendo unas reuniones evangélicas, estaba indeciso entre dos caminos a seguir: dedicarse por completo al arte o al trabajo misionero; por fin tomó la decisión de servir a Dios a tiempo completo. Se dedicó a viajar por Estados Unidos e Inglaterra, dando campañas de evangelización. El compositor de la música de este himno fue Winfield S. Weeden, que trabajó durante varios años con él como asociado y cantante. Aunque Winfield hizo otras composiciones, es recordado por este himno; tanto, que en su tumba pusieron una placa con el título de este himno. Salvador, a ti me rindo es el resultado de una entrega completa a Dios de su autor, y ha llevado a muchas personas a entregarse a Dios también. ¿Creen ustedes que vale la pena entregar su corazón a Jesús? -preguntó el papá.
-¡Sí! -respondieron Susana y Mateo al unísono.
-Que el Señor nos ayude para que así sea -terminó el papá.
Tu oración:Querido Dios, deseo hacer míala letra de este himno;yo también me rindo a ti.Quiero serte fiel.
¿Sabias que?
El canto se usó para salir a la guerra en tiempos del rey Josafat?
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
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Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.