«La ley del Señor es perfecta, reconforta al ser humano; el mandato del Señor es firme, al sencillo lo hace sabio; los decretos del Señor son rectos, alegran el corazón; el mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz; […] los juicios del Señor son verdad, todos ellos son justos. Son más cautivadores que el oro, más que abundante oro fino, más dulces que la miel, que la miel virgen del panal. Tu siervo está atento a ellos; grande es el premio si se respetan». Salmo 19: 8-12, LPH
LA OBEDIENCIA FIEL a los requerimientos divinos, tendrá una sorprendente influencia para elevar, desarrollar y fortalecer todas nuestras facultades. Los que en su juventud se han entregado al servicio de Dios, llegan a tener sano criterio y agudo discernimiento. ¿Y por qué no habría de ser así?
La comunión con el mayor Maestro que ha conocido el mundo fortalece el entendimiento, ilumina la mente y purifica el corazón; eleva, refina y ennoblece al ser humano entero. […]
Entre los jóvenes que profesan piedad, hay muchos que parecen contradecir esta declaración. No progresan en conocimiento ni en espiritualidad. Sus facultades se atrofian en lugar de desarrollarse. Pero las palabras del Salmista son ciertas en cuanto al cristiano genuino. No es ciertamente la mera letra de la Palabra de Dios lo que da luz y entendimiento; es la Palabra abierta y aplicada al corazón por el Espíritu Santo.
Cuando alguien se convierte de veras, se hace hijo de Dios, «participante de la naturaleza divina» (2 Pedro 1: 4). No solo renueva el corazón, sino que se fortalece y vigoriza el intelecto. Ha habido muchos casos de personas que antes de la conversión eran tenidas por poseedoras de un talento común y corriente, pero que después de su conversión parecían enteramente transformadas. Manifestaban entonces notable poder para comprender las verdades de la Palabra de Dios y para presentarlas a otros. […]
Dios hará una gran obra por los jóvenes si ellos quieren, mediante la ayuda del Espíritu Santo, recibir su Palabra en el corazón y obedecerla en la vida.— Mensajes para los jóvenes, secc. 2, pp. 45-46.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para Familiarizarnos con las acciones de Dios» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez