Cierto día, un carpintero fue a hablar con el patrón y le dijo que se sentía viejo y cansado y que quería parar de trabajar.
El patrón le pidió que, antes de irse, hiciera solamente una obra más. La petición no le agradó al carpintero, pero cumplió la orden. Construyó una casa usando material de mala calidad. Cuando terminó, el patrón le entregó una llave.
—¡Esta casa es para ti! Es mi recompensa por todos estos años de trabajo.
¡Pobre carpintero! Si hubiera sabido que la casa era para él, habría usado el material de la mejor calidad.
¿Y yo?
Cuando nos piden que hagamos algo, debemos hacerlo de la mejor manera posible. ¡Por eso debes dar siempre lo mejor de ti en todo!
Mi oración para hoy
Querido Jesús, ayúdame a cumplir todas mis tareas de la mejor manera posible.
En la Biblia leemos:
«Entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho» (Mateo 16: 27).