El pueblo de Israel anduvo cuarenta años en el desierto. Dios lo protegió y le dio muchas pruebas de su amor. Una de ellas fue cuando hizo descender del cielo un alimento muy bueno: el maná. Algunas personas querían juntar para varios días, pero Dios les había dicho:
—Únicamente los viernes recogerán el doble, porque el sábado es día de descanso.
Si juntaban más maná del que necesitaban durante la semana de trabajo, este se echaba a perder. Pero la doble ración que recogían el viernes porque el sábado no caía maná, esa no se echaba a perder.
¿Y yo?
Dios te dio un día de la semana para que lo pases junto a él sin que te preocupes por otras cosas.
Mi oración para hoy
Muchas gracias, querido Dios, porque le diste el maná al pueblo de Israel y también le das trabajo a mis padres.
En la Biblia leemos:
«El sexto día, cuando preparen lo que van a llevar a casa, deberán recoger el doble de lo que recogen cada día» (Éxodo 16: 5).