¿Qué es el reino de Dios y su justicia? La palabra griega para «reino» es basileia, que significa «territorio sometido al dominio de un rey». ¿Estamos usando nuestras vidas para expandir la propiedad territorial de Dios, nuestro Rey y Señor? No somos llamados a expandir la «empresa» de la iglesia a través de la gestión estratégica de adquisiciones; después de todo, el Salmista dice de Dios: «Tuyos son los cielos, tuya también es la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste» {Sal. 89: 11, RV95). Entonces, ¿qué implica buscar el territorio del cielo?
Dios no necesita la tierra tanto como necesita los corazones de la humanidad. «Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó: ‘la venida del reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver. No se va a decir: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’; porque el reino de Dios ya está entre ustedes”» (Luc. 17: 20-21). Romanos 14: 17 dice: «El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo»(RV95).
Hacer de Dios lo primero, lo último y lo mejor significa colocar la motivación de la ganancia de almas por encima de las motivaciones personales a la hora de tomar decisiones. Cuando elegimos qué materias optativas tomar para nuestra titulación, debemos tener un ojo evangelizador, para valorar en qué nos ayuda a expandir el reino de Dios, en vez de expandir otra cosa. Cuando escogemos una casa para vivir, debemos considerar expandir el reino de Dios en los corazones; esto debe motivarnos más que cuánto se revalorizará la casa para poder venderla después. La razón fundamental para educar a nuestros hijos debe ser su salvación, su formación para ganar almas para el reino en vez de simplemente una dinámica biológica y sociológica. A la hora de elegir una profesión hemos de valorar también si esta nos ayuda a nuestros intereses de evangelización, y no solo si nos reportar aun salario elevado o cierto prestigio social.
Cristo no solo menciona la expansión del reino de Dios, también equipara esta expansión con la reproducción de su carácter, o su justicia, en nosotros. Cualquier cosa que decidamos hacer, debemos preguntarnos:
¿Desarrollará esto el carácter de Cristo en mí?
¿Facilitará la reproducción del fruto del Espíritu en mí?
¿Seré capaz de compartir el espíritu de mi Señor y Salvador con la gente que me rodea?
La mayoría de los cristianos sabe exactamente cómo quiere vivir, y anhela recibir la bendición de Dios para lograrlo. Sin embargo, la visión de Dios es mucho más amplia: él sabe cómo quiere que vivamos y quiere que lo bendigamos a él para lograrlo.
¿Qué lugar ocupa Jesús en tu toma de decisiones?
¿Qué te está diciendo Jesús por medio de estos versículos?
¿En qué sentido puedes ver a Jesús en forma diferente, o identificar algún rasgo nuevo de él, basándote en los versículos de este día?
Para meditar y orar: ¿Cómo respondes tú, al ver a Jesús de esa manera?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 1er trimestre 2020 “Cómo descubrir el proposito de Dios para tu vida” Lección 13: «BUSCAD PRIMERO« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo