«Hijos de Israel, volveos a Jehová […] y él se volverá al resto que ha quedado […]. Ahora, pues, no seáis tercos como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros. Porque si os volvéis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jehová, vuestro Dios, es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volvéis a él». 2 Crónicas 30: 6-9
SI LOS QUE OCULTAN Y DISCULPAN sus faltas pudieran ver cómo Satanás se alegra de ello, y los usa para desafiar a Cristo y sus santos ángeles, se apresurarían a confesar sus pecados, y a renunciar a ellos. De los defectos de carácter se vale Satanás para intentar dominar toda la mente, y sabe muy bien que, si se conservan estos defectos, lo logrará. De ahí que trate constantemente de engañar a los discípulos de Cristo con su fatal sofisma de que les es imposible vencer. Pero Jesús aboga en su favor con sus manos heridas, su cuerpo quebrantado, y declara a todos los que quieran seguirle: «Bástate mi gracia» (2 Cor. 12: 9). […] Nadie considere, pues, sus defectos como incurables. Dios le concederá fe y gracia para vencerlos.
Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían. verse separados del pueblo. De la misma manera, a todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, en el poco tiempo que les queda de este tiempo de gracia, deben seguir la indicación: «Afligiréis vuestras almas» «delante de Jehová» con verdadero arrepentimiento y dolor por los pecados, «y seréis limpios de todos vuestros pecados» (Lev. 16: 29-30). Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos.— El conflicto de los siglos, cap. 29, p. 480, adaptado.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para Familiarizarnos con el juicio de Dios» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez