Mientras ellos iban caminando y hablando, de pronto apareció un carro de fuego, con caballos también de fuego, que los separó, y Elías subió al cielo en un torbellino. 2 Reyes 2:11
—Imaginemos que Elías nos está contando el final de su historia —dijo el padre.
En el monte Carmelo, al ver la manifestación divina, el pueblo comprendió que Dios es justo y misericordioso. Se dieron cuenta de su pecado y dijeron que obedecerían a Dios. Estaban listos para una reforma espiritual.
La sequía pronto iba a terminar, así que me fui a orar para que Dios nos enviara lluvia. Oré siete veces y vi una pequeña nube que rápidamente se convirtió en una gran tormenta. Dios estaba bendiciendo de nuevo a Israel.
Jezabel, al saber que habían muerto los sacerdotes de los dioses falsos, me amenazó con matarme a mí; me faltó fe y hui, temiendo lo peor. Dios es tan bueno, que en esos momentos de desaliento no me dejó solo; me habló y me dijo que no tuviera miedo, que continuara con la reforma que se había iniciado. También me dijo que nombrara a mi sucesor. Por lo tanto, llamé a Eliseo, el hombre que me acompañó el último tiempo que estuve en esta tierra.
Cierto día en que iba camino a una de las escuelas de los profetas acompañado de Eliseo, le pregunté qué era lo que deseaba que hiciera por él. Me respondió que le gustaría tener una doble porción de mi espíritu. Le respondí que si me veía partir al cielo, recibiría lo que había pedido. Eliseo no se apartaba de mí para nada. Aquel día, un carro de fuego vino a mí, me arrebató y dejé caer mi manto. Eliseo lo tomó. Dios me llevó al cielo como representante de los santos que no verán la muerte. Vale la pena ser fiel a Dios.
Tu oración: Querido Dios, ayúdame a serte fiel para estar un día contigo en el cielo.
¿Sabias que…… siete mil personas se mantuvieron fieles a Dios en Israel, además de Elías?
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
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Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.