La humanidad fue creada para la comunidad. Este concepto tiene sus raíces en la Creación. Primero, fuimos creados a la imagen de un Dios triuno. «Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, ¡sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra’! Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Génesis 1: 26-27). Aunque no podemos comprenderlo plenamente, el único Dios verdadero existe como una pluralidad. Sin embargo, tenemos un vistazo de esta realidad cuando consideramos la pluralidad de la humanidad que Dios creó a su imagen.
Entonces, nuestra necesidad de pertenencia se construye en nuestro propio ser. No es de extrañar que en general, nuestra salud y bienestar están ligados a nuestra experiencia comunitaria. Entre más se integre la persona a una comunidad sana, mayores serán las probabilidades de que obtenga buenos resultados de salud.
La más íntima de las relaciones comunales es la unión matrimonial. Cuando Dios declaró, «no es bueno que el hombre esté solo», indicó la necesidad humana de una comunidad. Después, Dios procedió a satisfacer la necesidad al establecer la familia basada en la unión matrimonial. Es muy limitado decir que la declaración de Dios indica simplemente la necesidad humana del matrimonio. El texto no apoyaría a aquellos que pueden excluir el matrimonio, ya que esta era la respuesta inmediata de Dios al escenario. Necesitamos la comunidad y nuestra primera experiencia comunitaria está en la familia, la cual inicia en el matrimonio.
Claramente, el matrimonio es parte del plan de Dios para la humanidad, Además, hemos establecido que nos ayuda a satisfacer la necesidad de una comunidad. En un mundo ideal, cada uno se casaría apropiadamente y educaría hijos piadosos, pero en el mundo pecaminoso en que vivimos, no todos se casarán, ni tendrán hijos. Aun así, todos necesitamos una comunidad.
Escribe Genesis 2: 15-25 de tu versión preferida de la Biblia. Si tienes poco tiempo, escribe Genesis 2: 20-25. También puedes parafrasear el pasaje, bosquejarlo o hacer un mapa conceptual del capítulo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 1er trimestre 2020 “Cómo descubrir el proposito de Dios para tu vida” Lección 8: «DE UNO A DOS« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo