El refrán continúa: «La sangre pesa más que el agua». Sin embargo, Salomón exclamó: «Amigos hay más unidos que un hermano» (Proverbios 18: 24). Él debió haber experimentado una fuerte y cercana amistad, o quizá recordaba la amistad de su padre con Jonatán. Mientras no podemos elegir la familia en la que vamos a nacer, sí podemos elegir a los amigos (quienes llegan a ser como una familia), así que es esencial elegir sabiamente.
La amistad constituye uno de los tipos más importantes de relación en nuestra vida. Compartir afecto mutuo incrementa nuestra oportunidad de ser feliz y encontrar la plenitud. No es de extrañar, pues fuimos creados como seres sociales y emocionales, prosperar en una relación sana y cercana (compara con Génesis 2: 18). Piensa en lo siguiente: aun las personas más antisociales disfrutan la interacción ocasional con personas afines.
No toda amistad se desarrolla en una relación profunda o que perdure para siempre, y esto no es necesariamente algo malo. A veces hacemos amigos y en otras ocasiones los perdemos, pero hay algunas amistades que perduran toda la vida. En nuestra necesidad por amistad, algunas ocasiones terminamos estableciendo compañías superficiales. En su ética nicomáquea, el filósofo griego Aristóteles clasifica la amistad en tres clases: (1) amistad utilitaria, se basa en cómo puedo beneficiarme del otro; (2) amistad de placer, se basa en las cualidades agradables del otro o en el disfrute de la compañía de alguien más; (3) amistad bondadosa, se basa en el respeto y la admiración mutuas. Las primeras dos pueden ser fugaces porque las necesidades y los gustos cambian con el tiempo. Por otra parte, la bondad es un atributo perdurable. Puede llevar tiempo desarrollar estas amistades, pero son más gratificantes y duraderas.
Escribe 1 Samuel 18: 1-5 de tu versión preferida de la Biblia. También puedes parafrasear el pasaje, bosquejarlo o hacer un mapa conceptual del capítulo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 1er trimestre 2020 “Cómo descubrir el proposito de Dios para tu vida” Lección 7: «MÁS CERCANO QUE UN HERMANO« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo