Mario tenía mucha ropa y muchos juguetes. Un día, su mamá le dijo que él no necesitaba tantas cosas y, por eso, se las iban a dar a los niños que vivían en el orfanato. A Mario no le gustó nada la idea, sin embargo, fue con su mamá a regalar sus cosas, aunque bastante molesto.
De regreso a casa, el niño tenía una gran sonrisa en el rostro.
Entonces, dijo lo siguiente:
-Mamá, yo no quería dar mis cosas a esos niños, pero cuando vi su alegría al recibirlas. me sentí muy bien. He decidido darles más ropa y juguetes.
¿Y yo?
Jesús se pone feliz cuando tú compartes ropa y juguetes con quienes los necesitan.
Mi oración para hoy
Padre querido, que los niños necesitados sientan tu amor a través de mí.
En la Biblia leemos:
«Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron» (Mateo 25: 40).