«Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, con señales y milagros; nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. Y ahora, Jehová, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste». «Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo». Deuteronomio 26: 8-9; Proverbios 3: 9-10, NVI
SI LA BENDICIÓN DE DIOS recae sobre ustedes, porque se han rendido completamente a él, prosperarán. Si se apartan de Dios, él se apartará de ustedes. Su mano puede desparramar más rápido que lo que puedan ustedes recoger.— Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 440.
El espíritu de la generosidad es el espíritu del cielo. Este espíritu halla su más elevada manifestación en el sacrificio de Cristo en la cruz. […] Por otra parte, el espíritu de egoísmo es el espíritu de Satanás. El principio ilustrado en la vida de los mundanos es el de conseguir, conseguir cada vez más. Así esperan asegurarse felicidad y comodidad, pero el fruto de su siembra es tan solo miseria moral y dolor.
Mientras Dios no cese de bendecir a sus hijos, no dejarán ellos de estar bajo la obligación de devolverle la porción que reclama. No solamente hemos de entregar al Señor la porción que le pertenece, sino que es preciso que traigamos a su tesorería, como ofrenda de gratitud, una donación generosa. Con corazones gozosos debemos dedicar al Creador las primicias de todos nuestros bienes: nuestras más selectas posesiones, nuestro mejor y más consagrado servicio. Así recibiremos abundantes bendiciones. Dios mismo nos convertirá en jardín de riego cuyas aguas nunca faltarán. Y cuando la última gran cosecha sea recogida, las gavillas que hayamos podido llevar al Maestro serán la recompensa del generoso uso de los talentos que nos fueron confiados.— Los hechos de los apóstoles, cap. 32, p. 252.
La mano de Dios puede prosperar o retener, y él frecuentemente le retiene a uno mientras parece prosperar a otro. Todo esto es para probar a los seres humanos y revelar lo que hay en cada corazón.— Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 599.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para Familiarizarnos con las indicaciones de Dios» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez