¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Mateo 24: 45
Supongamos que estuviéramos seguros de que Jesús vendría dentro de una semana. ¿Qué harías? ¿Cómo utilizarías esa semana? ¿Qué cosas evitarías? La forma como respondas a esas preguntas indicará cómo entiendes lo que Jesús quiso decir con la palabra «velad».
En Mateo 24: 3 leemos que los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?» (NVI). Es comprensible y natural que los discípulos preguntaran acerca del tiempo, del cuándo. Pero Jesús estaba más interesado en responder a las preguntas: ¿Quién? y ¿Cómo?
¿Cómo mostramos que estamos preparados para su regreso? ¿Qué significa mantenerse velando? Para algunos, velar significa estar pendiente y estudiar cuidadosamente los acontecimientos del tiempo del fin. Para otros, velar significa confesión. Velar adecuadamente significa hacer confesión de nuestros pecados. Significa tener al día nuestras cuentas con el Señor. Otros piensan que la palabra velar significa perfección. Hay que llegar a ser perfectos, sin pecado. Según este grupo de personas, solo cuando una mayoría de adventistas reproduzca el carácter de Cristo en sus vidas vendrá él por segunda vez.
En la parábola del siervo fiel y prudente, registrada en Mat. 24: 45-51, el Señor salió de viaje. Al salir, dejó a su siervo en una posición de confianza. El punto relevante en la historia es que el Señor regresará. No dice cuándo ni cómo. Sencillamente dice que regresará. La otra implicación es que la conducta del siervo durante el tiempo de ausencia de su Señor determinará si está listo para encontrarse con él en el momento de su regreso.
¿Qué hacemos mientras esperamos el regreso de Jesús? ¿Hacemos con fidelidad lo que nos pide que hagamos? ¿Cuan fieles somos en el cumplimiento de la tarea que nos ha ordenado que hagamos? ¿Preparamos y servimos el alimento espiritual a su debido tiempo?
Como maestros, como padres, como empleados, ¿estamos cumpliendo la tarea que nuestro Señor nos encomendó? Velar significa hacer lo que el Señor ordenó, con fidelidad. Velar significa preocuparnos por la tarea que se nos asignó. Jesús está interesado en una persona fiel en el cumplimiento de sus deberes por amor a él.
Que esta sea tu oración: «Señor, seré constante en mi obediencia, aunque no sepa cuando vendrás».
Tomado de: Lecturas Devocionales Familiares 2020 «Siempre Gozosos: Experimentando el amor de Dios» Por: Juan O Perla Colaboradores: Augusto Palacios & Erika de la Cruz