Ten compasión de mí, Dios mío, ten compasión de mí, pues en ti busco protección. Salmo 57:1
—El relato de David, como ya hemos visto, es muy interesante —inició el papá en el culto—. De pastor de ovejas, pasó a ser el músico del rey Saúl; después salvó al pueblo de Goliat; luego vivió en el palacio para seguir ayudando al rey, y a la vez, para irse preparando para cuando él tomara su lugar. Allí conoció a Jonatán y se convirtió en su mejor amigo. Lamentablemente, a consecuencia de los celos del rey, David pasó muchos años huyendo de un lugar a otro. Una vez, se refugió en la casa del profeta Samuel. El profeta estuvo muy contento y David pasó un tiempo tranquilo, aprendiendo lecciones que le ayudarían en el futuro. Un día, alguien avisó a Saúl dónde estaba David y este mandó a buscarlo, pero los emisarios se pusieron a profetizar. Envió a otros y sucedió lo mismo. Entonces, el rey en persona fue a buscar a David, y también el Espíritu lo tocó para que no pudiera hacerle daño a su elegido. Aunque Saúl le prometió que ya no lo perseguiría más, David no le creyó. La familia de Jesé se fue a encontrar con David en la cueva de Adulam, donde llegaron otros hombres y formaron un pequeño ejército que se tenía que mover de un lugar a otro porque Saúl los perseguía. En una ocasión, David entró a la cueva donde estaba el rey Saúl y tuvo la oportunidad de matarlo, pero no quiso. Prefería que fuera Dios quien decidiera qué hacer con Saúl, pues Dios lo había elegido como rey.
—Qué difícil vivir huyendo —comentó Susana.
—Sí; antes de ser rey, David tuvo que sufrir mucho —afirmó Mateo.
-—A veces seguir a Jesús no es fácil, pero hay que confiar en su dirección -—terminó de hablar el papá.
Tu oración: Querido Dios, ayúdame a tratar bien a los demás, incluso a mis enemigos.
¿Sabias que… el grupo de hombres que dirigía David se caracterizaba por el orden y la disciplina?
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
“Descubre el Mejor Libro del Mundo”
Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.