Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Mateo 24: 42
Cuanto tenía siete años, viajaba con mi madre y otros hermanos para celebrar el culto de sábado en una iglesia rural. A veces yo lanzaba piedras a los árboles cargados de fruto que se encontraban al lado del camino. Un día mi madre dijo: «Ese niño será un pastor cuando crezca». Inmediatamente, un anciano replicó: «Eso no sucederá, Jesús vendrá muy pronto».
He servido más de cuarenta años como pastor y Jesús no ha regresado. Nació mi primera hija, terminó sus estudios universitarios y se casó. Ella y su esposo sirven como misioneros, y Jesús no ha regresado. Nació mi segundo hijo, quien sirve como pastor, y Jesús todavía no ha llegado. La aparente demora ha chasqueado a muchos cristianos. Ya no se escuchan muchos sermones en estos días acerca de la bienaventurada esperanza. Ya no entusiasma el mensaje «Jesús viene pronto, ¡prepárate!»
Muchos ya no quieren escuchar sermones o leer libros acerca del fin. Están cansados de la interminable espera del fin del tiempo. Otros se dedican a buscar culpables por la demora. Señalan con el dedo a los jóvenes y su conducta, o a los teólogos liberales, o a la falta de fidelidad en la observancia del sábado.
Jesús volverá. Él lo prometió. Sus promesas son fieles y verdaderas. Nos ama tanto que jamás nos fallará. Está ansioso de tenernos con él en su hogar. No hay duda, volverá. Jamás debemos renunciar a nuestra creencia más preciosa. La Biblia está repleta de evidencias de la certeza de la segunda venida de Cristo. Si seguimos las indicaciones que dejó nuestro Señor con respecto a su segunda venida, siempre nos mantendremos animados y llenos de gozo, porque, ciertamente, él volverá.
Cuando los discípulos le preguntaron: «¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del mundo?», Jesús respondió: «Estén listos, porque ustedes no saben el día y la hora cuando habrá de venir el Señor». Jesús enseñó que «¿Cuándo?» es una pregunta equivocada. La pregunta correcta basada en el consejo de Jesús, es «¿Cómo?» ¿Cómo debemos vivir para estar preparados para su segunda venida? ¿Cómo debemos prepararnos para encontrarnos con él?
Las señales no hablan realmente del tiempo o de cuánto falta para que venga. Lo que nos enseñan es cómo debemos vivir, cómo estar preparados para su regreso. Jesús subrayó la necesidad de estar preparados. «Vigilen, estén listos» fue su mensaje. ¿Estás listo para encontrarse con Jesús en su segunda venida?
Tomado de: Lecturas Devocionales Familiares 2020 «Siempre Gozosos: Experimentando el amor de Dios» Por: Juan O Perla Colaboradores: Augusto Palacios & Erika de la Cruz