Un señor tenía siete monedas. Una vez encontró a un mendigo y, para ayudarlo, le dio seis monedas. Sin embargo, queriendo tener todavía más, el mendigo le arrebató la otra moneda. Eso no le gustó nada a aquel señor.
Dios nos dio los seis días para que trabajemos y un día para que estemos con él. Pero muchas veces usamos ese día para hacer lo que nosotros queremos y no lo que Dios quiere. Eso no le gusta al Señor.
¿Y yo?
¿Te acuerdas de estar más cerca de Dios durante el séptimo día, que es el sábado, y que Dios lo creó para que descansemos en él?
Mi oración para hoy
Muchas gracias, querido Dios, por habernos dado un día para ir a la iglesia y estar con nuestros padres.
En la Biblia leemos:
«El séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios» (Éxodo 20: 10).