La vida no tiene una etiqueta que diga: «Instrucciones de conservación: Lávese a mano con jabón suave. Séquese solo al aire. No use blanqueador. No planche. Hecho en China». La voluntad de Dios no es un protocolo en la que simplemente encontremos una lista con lo que tenemos que completar. No presentamos algo y recibimos un plan personalizado para nuestro futuro. Esta es la base de muchas religiones paganas —si se da un sacrificio de cierta manera, en cierta fecha, bajo el auspicio de estas condiciones, entonces se te darán los poderes X, Y, y Z— Aunque muchos se identifican a sí mismos como cristianos, pueden ser cristianos paganos, pues realizan las mismas cosas, pero remplazan los rituales paganos con rituales como el estudio de la Biblia, la oración, el diezmo, cambio del estilo de vida, asistencia a la iglesia y así sucesivamente. No es que estas actividades estén equivocadas, pero el orden de causa y efecto está invertido (más sobre esto en la lección 13). Muchos practican su devoción matutina, viven vidas piadosas y religiosas, devuelven el diezmo, cumplen con todos los «deberes» y evitan lo que «no deben» hacer; sin embargo, aún no conocen la voluntad de Dios.
Como lo indiqué en la inTro, el problema no es con el método, ni con Dios. Él puede revelar su voluntad mediante el silbo apacible y delicado (1 Reyes 19: 12), mediante el rayo y el trueno, mediante animales como un asno y mediante los más inesperados medios, pero el sencillo problema está en nosotros. En Génesis 18, la ciudad de Sodoma estaba a punto de ser destruida por su maldad. Para salvar a Lot, Dios transmitió la información y las instrucciones a Abraham. La gran pregunta que surge es, ¿por qué Dios no le reveló su voluntad respecto a Sodoma, primero y directamente a Lot? ¿por qué la información fue a través de Abraham? Santiago 2: 23 revela que Abraham era un amigo de Dios. Como amigo, el Señor no le ocultaría nada. En la narrativa de estos dos personajes, uno estaba calificado para conocer la voluntad de Dios, mientras que el otro no. ¿cuál fue la diferencia entre estos dos hombres?
Aunque Lot servía y adoraba a Dios, él tenía intenciones secretas hacia Sodoma. Génesis 13: 12 dice que Lot puso sus tiendas cerca de Sodoma. En Génesis 14: 12, Lot ya estaba habitando en Sodoma. Y en Génesis 19: 1, él tenía una posición de liderazgo y se sentaba a la puerta de Sodoma. Él no tenía una mentalidad en la cual la noticia acerca de la destrucción de Sodoma hubiera sido bien recibida. Aunque finalmente a los dos personajes se les dijo del futuro de la ciudad, la conversación de Dios con Abraham fue muy diferente que a la conversación con Lot (compara Génesis 18: 23-33 con 19: 12-13).
La conversación de Dios con Lot tuvo lugar en el contexto de la urgencia y el pánico. La conversación de Dios con Abraham fue precedida preguntándole al mismo Dios si él le ocultaría a su amigo el juicio de Sodoma. En Génesis 18: 19, Dios dice que conoce a Abraham. En otras palabras, Dios está diciendo «realmente lo conozco bien. ¿Cómo no voy a decírselo?» Todos estos versículos pintan un cuadro en que el corazón de Abraham estaba dispuesto a obedecer mientras que el corazón de Lot estaba en un lugar diferente. Cuando se trata de comprobar la voluntad de Dios, no se trata del método, la técnica o el procedimiento. Más bien, la revelación ocurre como una extensión natural de la amistad y la relación. No depende del estado del corazón en algún momento particular de la vida; no depende de la cantidad de precisión teológica, ni en el propio conocimiento; no es cuán exacto o preciso seguimos un protocolo. En lugar de una etiqueta, la voluntad de Dios se revela en la relación con él.
Regresa al texto que escribiste y estudia el pasaje.
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¿A qué conclusiones especiales parecen señalar tus notas en general?
Memoriza tu versículo favorito de Jeremías 29: 11-14. Escríbelo muchas veces para que te ayude a memorizarlo.
Si Dios te conoce, ¿qué es lo que conoce? (compara con Génesis 18: 19).
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 2do trimestre 2020 “Como descubrir el proposito de Dios para tu vida” Lección 1: «TODO TU CORAZÓN« Colaboradores: Zabdy Moscoso & Misael Morillo